Rise of the Tomb Raider se actualiza en PC con el motivo de dar soporte a DirectX 12, mejorando de forma clara su apartado gráfico y también el rendimiento general del título de Crystal Dynamics.
Los responsables de esta adaptación aseguran que el salto a DirectX 12 supone «un enorme paso adelante», pues con ello ya pueden usar todos los núcleos de la CPU repartiendo mejor el trabajo entre ellos para evitar así «cuellos de botella» que repercutan en la calidad gráfica del juego y su propio rendimiento.
Donde antes se podría alcanzar una tasa de 46 imágenes por segundo con DirectX 11, con esta nueva actualización y una misma configuración gráfica, Rise of the Tomb Raider funciona sin errores a 60 fps.